8 Consejos Antes De Vivir En Pareja Sin Casarse
Sin duda vivir en pareja sin casarse es una decisión que no debe tomarse a la ligera. Es cierto que puede dar inicio a una rica y nueva etapa en tu relación, pero fácilmente puede significar el fin de las cosas si no tienes cuidado. Existen muchas razones porque fracasan las parejas y empezar a vivir juntos puede ser una de esas razones por la que tu relación puede fracasar. Sigue estos consejos si estás pensando vivir en pareja sin casarte.
8 Consejos que debes tomar en cuenta antes de vivir en pareja sin casarte
1. Ten las conversaciones difíciles ahora.
Si tienes dudas sobre la limpieza, tareas, mantenimiento en general o incluso quién es bienvenido cuando no estás allí, es mejor que hables ahora. Si tienes miedo de que esto creará tensión, entonces piénsalo dos veces antes de vivir en pareja. Vas a tener que hacerle frente a los problemas tarde o temprano y tu silencio no salvará la relación. Si ni siquiera puedes abordar el tema, entonces es mejor esperar hasta que se sientan más seguros el uno del otro.
2. Considera cuánto estás dispuesto a pagar por vivir en pareja.
Si piensas que tendrás problemas financieros con tu pareja, no elijas un lugar más allá de tu presupuesto. Si realmente quieres vivir en pareja sin casarte y quieres un lugar agradable, entonces, mídete con el dinero, trata de mantener en línea tus gastos.
Si tienes dudas sobre la limpieza, tareas, mantenimiento en general o incluso quién es bienvenido cuando no estás allí, es mejor que hables ahora. Si tienes miedo de que esto creará tensión, entonces piénsalo dos veces antes de vivir en pareja. Vas a tener que hacerle frente a los problemas tarde o temprano y tu silencio no salvará la relación. Si ni siquiera puedes abordar el tema, entonces es mejor esperar hasta que se sientan más seguros el uno del otro.
2. Considera cuánto estás dispuesto a pagar por vivir en pareja.
Si piensas que tendrás problemas financieros con tu pareja, no elijas un lugar más allá de tu presupuesto. Si realmente quieres vivir en pareja sin casarte y quieres un lugar agradable, entonces, mídete con el dinero, trata de mantener en línea tus gastos.
3. Evalúa abiertamente la opción.
Si tu pareja insiste en pagar más de lo que pueda permitirse, puedes decir: "OK, pero mejor vamos a ponernos de acuerdo, en este momento, que si comienzan los problemas por el dinero, sabremos que no está funcionando." Ahora has acordado que cualquier resentimiento financiero señala la necesidad de un nuevo arreglo de lugares por completo, ya sea individuales o una que ambos puedan permitirse.
4. Ejecuta pruebas.
Si es posible, planea pasar al menos un mes con tu pareja. Los ensayos te dan la oportunidad de ver cómo cada uno vive de verdad, como te sientes cuando estas en casa y cuando no estás. En la actualidad muchas parejas jóvenes están eligiendo esta solución, optando por relaciones donde pasan tres o más noches a la semana juntos, manteniendo sus propias residencias separadas.
5. Escoge tus batallas.
Vivir con una pareja implica negociación, pero no debe ser constante. Si las peculiaridades de bajo impacto (como dejar abierto el tubo de dientes) te molesta, considera soluciones que no involucren a tu pareja (puedes comprar un tubo con la tapa adjunta y ya). Ten en cuenta que probablemente tienes mil peculiaridades a las que tu pareja también tenga que ajustarse, así que no pidas cambios a menos que estés dispuest@ a trabajar en algunas tú también.
Si tu pareja insiste en pagar más de lo que pueda permitirse, puedes decir: "OK, pero mejor vamos a ponernos de acuerdo, en este momento, que si comienzan los problemas por el dinero, sabremos que no está funcionando." Ahora has acordado que cualquier resentimiento financiero señala la necesidad de un nuevo arreglo de lugares por completo, ya sea individuales o una que ambos puedan permitirse.
4. Ejecuta pruebas.
Si es posible, planea pasar al menos un mes con tu pareja. Los ensayos te dan la oportunidad de ver cómo cada uno vive de verdad, como te sientes cuando estas en casa y cuando no estás. En la actualidad muchas parejas jóvenes están eligiendo esta solución, optando por relaciones donde pasan tres o más noches a la semana juntos, manteniendo sus propias residencias separadas.
5. Escoge tus batallas.
Vivir con una pareja implica negociación, pero no debe ser constante. Si las peculiaridades de bajo impacto (como dejar abierto el tubo de dientes) te molesta, considera soluciones que no involucren a tu pareja (puedes comprar un tubo con la tapa adjunta y ya). Ten en cuenta que probablemente tienes mil peculiaridades a las que tu pareja también tenga que ajustarse, así que no pidas cambios a menos que estés dispuest@ a trabajar en algunas tú también.
6. Nombra tu contribución.
Cuando se trata de tareas domésticas, a menudo estamos ciegos de lo que otros hacen y muy conscientes de nuestra contribución. Para empeorar las cosas, algunas tareas son menos visibles que otras (quitar el polvo y aspirar a veces pasan desapercibidos.) Así que decide lo que quieres hacer y exprésalo en voz alta o anota lo que has hecho. Si uno de los dos prioriza tareas menos visibles, por lo menos no van a pasar desapercibidos.
7. Reclama.
Si te estás mudando a la casa de tu pareja, piensa (y luego reclama) cómo puedes poner tu propio sello personal en el lugar, algunos elementos nuevos, algunos de decoración, un escritorio, etc. Si encuentras resistencia, presta atención: ¿cómo va a ser un espacio compartido si no puedes traer algo de ti mism@?
8. Mantén tu independencia.
Llegar a una nueva casa no quiere decir que dejes de ser independiente. Si dejas de hacer lo que disfrutas, se perderá. Las experiencias separadas y las amistades son lo que te hace únic@, así que mantenlos en tu vida después de la mudanza.
Ahora ya tienes una idea más clara de lo que debes hacer antes de vivir en pareja sin casarte o ya sacad@. Trabajando duro en tu relación, incluyendo un compromiso claro, es probablemente el mejor predictor de éxito, bien hayas empezado ese trabajo antes o después de haber elegido vivir con tu pareja bajo un mismo techo.
¡Hasta pronto!
Cuando se trata de tareas domésticas, a menudo estamos ciegos de lo que otros hacen y muy conscientes de nuestra contribución. Para empeorar las cosas, algunas tareas son menos visibles que otras (quitar el polvo y aspirar a veces pasan desapercibidos.) Así que decide lo que quieres hacer y exprésalo en voz alta o anota lo que has hecho. Si uno de los dos prioriza tareas menos visibles, por lo menos no van a pasar desapercibidos.
7. Reclama.
Si te estás mudando a la casa de tu pareja, piensa (y luego reclama) cómo puedes poner tu propio sello personal en el lugar, algunos elementos nuevos, algunos de decoración, un escritorio, etc. Si encuentras resistencia, presta atención: ¿cómo va a ser un espacio compartido si no puedes traer algo de ti mism@?
8. Mantén tu independencia.
Llegar a una nueva casa no quiere decir que dejes de ser independiente. Si dejas de hacer lo que disfrutas, se perderá. Las experiencias separadas y las amistades son lo que te hace únic@, así que mantenlos en tu vida después de la mudanza.
Ahora ya tienes una idea más clara de lo que debes hacer antes de vivir en pareja sin casarte o ya sacad@. Trabajando duro en tu relación, incluyendo un compromiso claro, es probablemente el mejor predictor de éxito, bien hayas empezado ese trabajo antes o después de haber elegido vivir con tu pareja bajo un mismo techo.
¡Hasta pronto!
0 comentarios: