Consentir Demasiado A Los Hijos Con Regalos Tiene Efectos Negativos
Estudios señalan que consentir demasiado a los hijos con regalos tiene efectos negativos a corto, mediano y largo plazo.
A los padres les encanta dar a sus hijos regalos ya que es una forma de demostrar lo mucho que los quieren, pero ¿que sucede cuando dan demasiado? Consentir demasiado a los niños con regalos es un error garrafal muy común en los hijos que siempre sale mal, ya que se convierten de a poco en desagradecidos que nunca están satisfechos, no importa lo mucho que reciban. Así es que antes de que vayas demasiado lejos y cubras a tu niño de regalos, considera estos resultados negativos.
Los niños que son demasiado codiciosos sufren ramificaciones sociales y emocionales negativas que se extienden mucho más allá de su infancia. Según un estudio de la Universidad de Missouri, en la edad adulta estos niños son más propensos a sufrir deudas de tarjetas de crédito, involucrarse en juegos de azar y compras compulsivas. Claro, desenvolver una montaña de regalos produce un estallido de felicidad para los padres y los niños, pero no tiene poder de permanencia. De hecho, alimenta una insaciable hambre por más.
Demasiados regalos a los hijos aumenta comportamientos destructivos
Los niños que son demasiado codiciosos sufren ramificaciones sociales y emocionales negativas que se extienden mucho más allá de su infancia. Según un estudio de la Universidad de Missouri, en la edad adulta estos niños son más propensos a sufrir deudas de tarjetas de crédito, involucrarse en juegos de azar y compras compulsivas. Claro, desenvolver una montaña de regalos produce un estallido de felicidad para los padres y los niños, pero no tiene poder de permanencia. De hecho, alimenta una insaciable hambre por más.
Demasiados regalos a los hijos reduce la autoestima
La autoestima duradera se basa en un fuerte sentido de identidad, no en el materialismo. El exceso no es igual a aumento de la autoestima. Los estudios han demostrado que no hay correlación entre las posesiones materiales, la autoestima y la felicidad. De hecho, los niños que tienen menos posesiones materiales, pero que tienen relaciones positivas con sus padres y compañeros, obtienen mejores resultados en las pruebas de evaluación de autoestima. También tienen menos problemas de comportamiento y demuestran más capacidad de resistencia frente a los obstáculos que los niños con padres que los miman demasiado.
Los investigadores en Journal of Happiness de Harvard encontraron que las personas valoran más los regalos que compraron para otros que los regalos que compraron para si mismos. Cuando “los donantes” completaron una escala de satisfacción personal, invariablemente lograron mejores resultados que aquellos que compraron regalos para si mismos. Ayudar a tu hijo a desarrollar la generosidad fomenta un sentido saludable de interconexión y aumenta la felicidad personal, mientras que, los niños que solamente reciben regalos de valor crecen hasta ser egocéntricos y faltos de empatía.
Demasiados regalos priva a los niños de una felicidad duradera
Los investigadores en Journal of Happiness de Harvard encontraron que las personas valoran más los regalos que compraron para otros que los regalos que compraron para si mismos. Cuando “los donantes” completaron una escala de satisfacción personal, invariablemente lograron mejores resultados que aquellos que compraron regalos para si mismos. Ayudar a tu hijo a desarrollar la generosidad fomenta un sentido saludable de interconexión y aumenta la felicidad personal, mientras que, los niños que solamente reciben regalos de valor crecen hasta ser egocéntricos y faltos de empatía.
Tres tipos de niños acosadores
¿Qué niños son más propensos a ser mimados por sus padres? Lo creas o no, son los acosadores. Así es, los niños que intimidan a sus padres a consentirlos en exceso tienen mejor probabilidad de conseguir más regalos que los niños que no lo hacen. He aquí los tres primeros.
1. El niño desafiante
Exige regalos, se siente con derecho. "Me merezco esto, me lo debes". chantajea y amenaza hasta cansar la voluntad de sus padres. Finalmente, los padres compran regalos para comprar la paz. Pero nunca es suficiente. Cuanto más dan los padres, menos sus niños comprenden y crece más la demanda.
2. El niño ansioso
Iguala regalos con amor. Constantemente se siente privado, compara y se desespera con sus compañeros, se preocupa por no tener suficiente, teme ser abandonado u olvidado. Culpa y avergüenza a los padres a comprar más.
3. El niño manipulador
Aprovecha las inseguridades de los padres por participar en mentiras y manipulaciones para conseguir lo que quiere. Sabe exactamente qué botones apretar para que los padres se sientan inseguros. Hace cualquier cosa para lograr sus metas. Pero cuidado: incluso después de conseguir lo que quieren, inmediatamente comienzan a conspirar para más.
¿Qué hacer?
1. Establecer límites en los regalos
Los regalos significativos tienen un valor más emocional que una montaña de regalos genéricos. Establecer límites a la hora de dar regalos desencadena más amabilidad y consideración en los niños. También garantiza que todo el mundo experimente una cantidad igual de dar y recibir. Y recuerda, los regalos hechos en casa, como trabajo de arte o la poesía, pueden crear recuerdos que duran más que unas baterías de litio.
2. Mantener horarios en casa y Límites Intactos
Con demasiada frecuencia, los padres permiten que las horas de dormir, las tareas y otras estructuras domésticas se desmoronen. Sin estructura, los comportamientos de los niños se deterioran. Por ejemplo, si tu niño tiene acceso ilimitado a los dulces, se queda despierto toda la noche, y duerme todo el día, esto provoca cambios de humor. La pérdida de las reglas en la familia es la causa número uno de las conductas problemáticas.
3. Centrar la atención en los regalos para construir la autoestima
Apunta a los regalos que mejoran la creatividad, construyen talentos o habilidades motoras tales como instrumentos musicales, pintura, fotografía, etc. A los niños les encanta descubrir nuevos talentos, se fortalece su autoestima y confianza. Los niños también aprenden que ellos no necesitan pertenencias excesivas para sentirse bien consigo mismos.
4. Enseñar la alegría de dar
Los niños que son alentados por sus padres a dar regalos a otros, experimentan un mayor sentimiento de comunidad y de interconexión. Ayuda a tus hijos a aprender el valor de dar involucrándoles en actividades altruistas como trabajo voluntario o de ayuda a los necesitados.
¡Hasta pronto!
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