Cómo Hacerse Respetar Y Poner Límites A Los Demás
7 Consejos para hacerte respetar y crear límites saludables con los demás
Una relación sana requiere de espacio para ser tú mismo y para mantener tu integridad personal. La mayoría de las personas van a respetar tus límites cuando expliques lo que son y van a esperar que tu hagas lo mismo por ellos. No así aquellas personas que no entienden dónde comienzan y terminan tus límites.
Es probable que las personas que intentan invadir tu espacio, no estén pensando en ti o cómo empujar tus límites al tope te afectará. Ellos se sienten con derecho a obtener lo que piden, lo que creen que necesitan, porque por supuesto, sus necesidades son más importantes que las tuyas.
Para muchos de nosotros nuestras primeras experiencias han sido bastante positivas, lo que nos permite adaptar una actitud confiada hacia los demás. Sin embargo, algunas personas, tienen una gran cantidad de dificultades con la confianza como resultado de una inestabilidad, incoherencia, invasión de sus límites, e incluso una amenaza real de daño o enajenación en algún momento de sus vidas, llevándolos a tener una autoestima "inestable" y / o pueden sentirse culpables de hacer infeliz o enojar a alguien.
Si no sabes como poner limites a los demás, a continuación te presento 7 consejos para hacerte respetar, poner limites saludables, saber cuándo decir no y ayudarte en tu camino a convertirte en una persona mas segura de ti mismo.
1. Conócete a ti mismo.
Llega a conocerte a ti mismo lo mejor que puedas. Esto significa que necesitas aprender que es realmente importante para ti, que valoras realmente, aparte de cualquier otra persona. Encontrarte con tu mundo interior, sentirte cómodo y familiar con tus propias creencias, emociones, sentimientos e ideas es esencial.
La intimidad que experimentas dentro de ti mismo, te sirve como un barómetro de relaciones personales. Cuanto mejor te conoces, mejor eres capaz de entender y elegir aquellas personas significativas que mejor reflejan la clase de experiencia de vida que deseas tener.
La intimidad que experimentas dentro de ti mismo, te sirve como un barómetro de relaciones personales. Cuanto mejor te conoces, mejor eres capaz de entender y elegir aquellas personas significativas que mejor reflejan la clase de experiencia de vida que deseas tener.
2. Asume la responsabilidad por ti mismo.
Esto significa tomar conciencia para desarrollar tu capacidad de participación activa y consciente, y así saber lo que debes hacer por ti mismo. Al establecer tus propios límites, estás diciendo a los demás cómo deseas y esperas ser tratado; en otras palabras, estás configurando tus límites sobre quién puede entrar en tu espacio y lo que esperas de los demás, una vez que están ahí -tu sabrás cómo deseas que se te hable, toque y trate psicológica y emocionalmente-.
Lo que tú digas importa, no importa lo que los demás puedan pensar, sentir o creer. Una consecuencia de esto es que tú no eres responsable de los sentimientos, acciones y creencias de los demás, o de la forma en que reaccionan a los límites que has establecido.
Lo que tú digas importa, no importa lo que los demás puedan pensar, sentir o creer. Una consecuencia de esto es que tú no eres responsable de los sentimientos, acciones y creencias de los demás, o de la forma en que reaccionan a los límites que has establecido.
3. Desarrolla un saludable respeto por ti mismo.
Todas tus experiencias, incluyendo los errores que has cometido ayudan a forjar tu carácter, quién eres. Nadie a tu lado, no importa qué tan persuasivo sea, puede definir o puede intentar controlar quién eres tú. Cuando te respetas a ti mismo, lo eres todo y deberías esperar que los otros te traten con respeto. Si no lo hacen, eso es una clara señal de que no te respetas lo debido.
4. Presta atención a las señales de advertencia.
Mantente alejado de cualquier persona que tiene su propia agenda y no le importa invadir tu espacio para su propio fin. Este comportamiento no es difícil de reconocer ya que por lo general no hay mucha sutileza involucrada. De hecho, cuanto más te resistas a sus intentos de participar en una manera que es mejor para ellos, más obvio, insultante y desesperante puede convertirse la persona en su intento de involucrarte en algo de su interés.
5. No trates de corregir a las personas.
Centrarte en los demás es una manera de tratar de obtener el amor, atención y / o validación y es una pérdida de tiempo y energía tratar de corregirlos, ya que, en resumen, no están interesados en convertirse en cualquier otra cosa que ellos desean ser. Y ciertamente no necesitas concentrarte en personas egoístas que quieren decirte qué hacer y lo que es bueno para ti.
6. Eres responsable de tus opciones.
Tienes derecho a cambiar de opinión o de dirección en cualquier momento. No necesitas sentir que le debes nada a nadie, más de lo que quieres dar con el corazón libre y consciente. Alguien que te maltrata, irrespeta tus deseos, se rehúsa a oírte y no tiene intención de cambiar es un problema con P mayúscula. Estate atento para alejarte sin temor o culpa, y sin mirar atrás.
7. Sepárate de los demás.
Puede ser difícil imaginar estar apegado emocionalmente a los demás sin dejar de ser independiente psicológica e intelectualmente. Esto significa que tú eres capaz de separar tus pensamientos, sentimientos y creencias de los demás. Entiende que tus límites son diferentes de los demás. Este desprendimiento crea suficiente espacio, una especie de "espacio psíquico" entre tú y los otros que permite la expresión personal y reducir al mínimo el enredo emocional y psicológico.
Ganar una perspectiva saludable ante los demás sin crear conflictos dentro de ti mismo es la meta.
¡Hasta pronto!
Ganar una perspectiva saludable ante los demás sin crear conflictos dentro de ti mismo es la meta.
¡Hasta pronto!